¡Hola! Muchas de nosotras elegimos ollas y sartenes de aluminio porque son prácticas y fáciles de usar. Sin embargo, con el tiempo, estos utensilios pueden oscurecerse, mancharse o incluso oxidarse. Por eso, es clave saber cómo limpiar bien las ollas de aluminio y devolverles ese brillo que nos encanta. El aluminio requiere un trato especial: es mejor usar productos suaves, limpiar la olla a tiempo y evitar frotar con cosas muy duras que puedan dañarla.
¿Por qué nos gusta el aluminio en la cocina?
- Se calienta rapidísimo, ¡13 veces más rápido que el acero!
- Distribuye el calor de manera uniforme, lo que hace que la comida se cocine más rápido y no se queme tan fácilmente.
Lo bueno y lo no tan bueno del aluminio
Ventajas y desventajas del aluminio
- **Se oxida, pero se oxida de manera diferente al hierro.**: Cuando el aluminio toca el aire y el agua, se forma una capa protectora que evita que se dañe. Sin embargo, si lo limpias mal, esa capa se rompe y la olla se pone fea y oscura.
- **Cuidado con los ácidos y las bases**: El vinagre, el jugo de limón y otros productos ácidos o alcalinos pueden reaccionar con el aluminio. Si dejas comida ácida en la olla por mucho tiempo, puede arruinar tanto la olla como el sabor de la comida.
- **Se raya fácil**: Las esponjas duras y los polvos abrasivos pueden dejar rayitas que opacan la superficie y la hacen más sucia. Por eso, no es buena idea meter las ollas de aluminio en el lavavajillas.
Ahora sí, vamos a lo práctico: cómo limpiar el aluminio en casa, cómo darle brillo y qué no hacer para no estropearlo.
Métodos caseros para limpiar el aluminio
Remojar en agua con jabón
Este es el truco más sencillo. Llena la olla con agua tibia y un poco de jabón, y déjala remojar unos 15-20 minutos. Así la grasa quemada se ablanda y se limpia mucho más fácil.
Puedes usar:
- **Jabón rallado**: Ralla una quinta parte de una pastilla de jabón de cocina y disuélvelo en agua caliente.
- **Sal común**: Añade 2-3 cucharadas de sal por cada litro de agua para ayudar a aflojar la suciedad.
- **Carbón activado**: Tritura 5-10 tabletas y disuélvelas en un vaso de agua fría. Luego mezcla esa solución con el agua para remojar la olla. Esto ayuda con las manchas difíciles.
Hervir la olla para aflojar la suciedad
Si hay restos pegados o quemados, pon la olla en una olla más grande con agua y un poco de bicarbonato de sodio (una cucharada por litro de agua). Hierve la mezcla durante 15-20 minutos. El bicarbonato no se debe frotar directamente sobre el aluminio, pero usarlo en el agua ayuda un montón.
Después, deja que se enfríe, limpia con una esponja suave, enjuaga con agua corriente y seca bien.
Un dato extra: si tienes pegamento de oficina o silicatos, añade 2-3 gotas por litro de agua para que la limpieza sea aún más efectiva.
Consejos para que tu aluminio quede como nuevo
- Usa siempre esponjas suaves, nada de estropajos metálicos o polvos muy abrasivos.
- No dejes comida ácida en la olla por mucho tiempo.
- Evita el lavavajillas para no rayar ni opacar la superficie.
- Limpia la olla poco después de usarla para que la grasa no se pegue mucho.
Con estos trucos, tu olla de aluminio volverá a brillar, haciendo que cocinar sea más fácil y agradable. ¿No es genial poder cuidar tus utensilios con cosas que tienes en casa y sin complicarte? ¡A probar y a disfrutar de la cocina!